La periodista Almudena Ariza, que recogerá este 26 de junio en Brihuega el Premio Internacional de Periodismo Manu Leguineche, reivindica que del mismo modo que la sociedad es exigente con la comida, que pide que sea de calidad, también debe serlo con la información que recibe.
Confiesa que cuando le comunicaron que le habían concedido el galardón que se entrega en memoria de Manu Leguineche pensó que era una broma.
"Recibí el mensaje por wasap diciéndome que me daban el premio y que no me localizaban por teléfono. Lo tuve que leer un par de veces porque no entendía bien, no sabía si era una broma.
Entonces devolví la llamada y pude hablar con cada uno de los miembros del jurado para darles personalmente las gracias”, comenta Ariza, quien asegura recibir este premio con emoción y alegría.
Y desvela que cuando le dieron la noticia estaba en España, de vacaciones en Cádiz en sus primeros días libres desde noviembre, por lo que celebró el premio en familia, con sus hijos, su madre y sus hermanos.
Ariza llegó al mundo del periodismo casi por casualidad. Sus estudios de guitarra clásica y flamenca durante toda su infancia le hacían soñar con ser guitarrista profesional, pero le hicieron una prueba en Radio Algeciras de la Cadena Ser tras escuchar un anuncio en el que pedían personas interesadas en trabajar en la radio y la cogieron.
“Lo que sí que descubrí es que no me resultaba complicado hablar delante del micrófono. Yo era muy tímida y sin embargo me crecía delante del micrófono”, afirma Ariza, quien añade que ese arranque la llevó a trabajar dos años en periodismo local hasta regresar a Madrid para cursar la carrera de Periodismo.
Desde entonces hasta ahora, Almudena se ha convertido en una cara conocida y en un referente del periodismo. Ha estado en la corresponsalía de TVE en Asia-Pacífico (con sede en Pekín), Nueva York y París antes de ser destinada a Jerusalén, donde se encuentra actualmente.
Como enviada especial ha informado sobre la guerra de Afganistán, Ucrania, Israel-Gaza, la crisis en América Latina, los terremotos de Turquía, Irán y Haití, los tsunamis de Indonesia y Japón. También ha sido editora y presentadora del Telediario en distintas etapas y horarios y presentadora de 'Informe Semanal', además de elaborar el programa 'Españoles en conflictos'.
En su primera guerra en Afganistán conoció a Manu Leguineche. “Recuerdo llegar al hotel de Islamabad con mi equipo e ir a saludar a mis compañeros y allí estaba Manu, en el centro de la habitación, y todos los demás a su alrededor. Recuerdo que me impresionó mucho porque él era como el gran maestro y estaba contando historias y en ese momento sentí que era una persona a la que veneraban y escuchaban con mucha atención y admiración.
Yo me presenté, iba con mucha vergüenza y miedo, era mi primera guerra, y recuerdo que me atendió con mucha amabilidad y me animó, y salí de allí pensando '¡Qué tipo más majo!'", explica.
Ariza se muestra muy orgullosa de recibir este galardón que honra a este reportero con el que asegura comparte su "enorme curiosidad", algo que a su entender es "el gran motor del periodismo".
"Últimamente en Ucrania y ahora en lo que está pasando en Gaza, con la frustración de que no podemos estar donde deberíamos estar, que es en Gaza, y estamos en Jerusalén intentando entender todo lo colateral de este conflicto, pero es difícil de contar porque nos falta lo fundamental que es estar en el lugar en el que están ocurriendo las cosas", comenta.
Ariza estará en Brihuega para recibir el premio Manu Leguineche el 26 de junio y afirma que está "encantada de estar allí y hablar con su hermana y la gente que conoció a Manu Leguineche, y sentir un poco también la presencia y conocer más del legado de Manu", el premio se entregará en la casa de Brihuega de Manu Leguineche.
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