Roñuela, nombre con el que se conoce el paraje por la denominación de una ermita cercana, corresponde a un enclave en llano, en un primer nivel de terraza de la margen izquierda del río Tajuña, uno de los principales cursos fluviales que serpentean la provincia antes de su desembocadura en el Jarama.

El Barranco de La Roñuela, localizado en las cercanías de Brihuega, ha sido identificado como un yacimiento arqueológico de gran relevancia, proporcionando evidencia de ocupación humana del Paleolítico Medio, aproximadamente entre 100,000 y 40,000 años atrás. 

Este descubrimiento, sumado a otros yacimientos en la región, reafirma la importancia de esta área para el estudio de los asentamientos neandertales en la Península Ibérica. 

El yacimiento está situado a unos 600 m. de distancia del cauce fluvial que recibe también en este punto las aguas de un pequeño arroyo, el de los Montecillos. El cauce medio del Tajuña, dentro de la Alcarria, está formada por tierras rojizas, arcillas y margas miocénicas cubiertas por depósitos cuaternarios.

Los afloramientos de sílex están en su mayor parte en terrenos de labor y monte bajo, con una cierta pendiente, en cuya zona más elevada, no afectada, aparecen todavía numerosos afloramientos de sílex.

Fueron precisamente las actividades de roturación las que dejaron al descubierto el yacimiento un hallazgo casual. Su dispersión delimita una zona de unos 400 m2.

Su situación más exacta corresponde al Km. 22 de la carretera comarcal 201 que une las localidades de Cifuentes y Brihuega perteneciendo al término municipal de esta última en el paraje conocido como Palazuelos, el acceso se realiza por un camino particular.

Arqueológicamente, el ámbito medio del Tajuña ha ofrecido hasta el momento muchos yacimientos, posiblemente porque no se han realizado suficientes perspectivas, pues su valle presenta buenas condiciones de habitabilidad de los antepasados con terrenos fértiles y bien irrigados.