La Biblioteca de Brihuega tiene sus raíces en los años finales de la década de 1920, cuando el maestro Rafael San Miguel, cuyo nombre honra hoy una de las calles del municipio, fundó la primera Biblioteca Pública.
Este proyecto inicial surgió con libros cedidos por él mismo, y poco a poco se ampliaron los fondos con la incorporación de nuevos ejemplares. Fue un espacio que fomentó el hábito de la lectura entre los habitantes de la localidad. Sin embargo, en 1936, con el estallido de la Guerra Civil, todos sus fondos fueron destruidos por el fuego.
En 1946, la Diputación Provincial de Guadalajara impulsó la creación de bibliotecas en diversas localidades de la provincia. En Brihuega, el 20 de diciembre de 1947 llegaron 1.450 volúmenes que formaron el núcleo inicial de una nueva biblioteca.
Esta se ubicó en el Salón de Actos del Ayuntamiento. Aunque la biblioteca cumplió su propósito durante un tiempo, terminó cerrando, y gran parte de sus fondos se perdió.
Un resurgimiento tuvo lugar en 1977, tras unas obras en el antiguo Ayuntamiento. La nueva Biblioteca Municipal abrió sus puertas en la planta baja gracias al esfuerzo de Enrique Riaza, quien logró recuperar algunas obras perdidas y gestionó la llegada de nuevos libros.
En 1983, la Asociación Cultural “Amigos de Brihuega” consiguió una subvención significativa del Ministerio de Cultura para restaurar el edificio de la antigua cárcel de Carlos III.
Un año más tarde, el renovado edificio fue dedicado a albergar la biblioteca y convertirse en un espacio para los lectores de la localidad. La inauguración tuvo lugar en diciembre de 1984, y desde entonces, libros, lectores y actividades culturales han sido los pilares de este espacio.
En 2003, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha instaló un Centro de Internet en la biblioteca, acercando las nuevas tecnologías a la población.
Con el tiempo, las necesidades de la biblioteca crecieron. La falta de espacio para libros, materiales multimedia, salas de estudio y actividades se hizo evidente.
En 2010, la Diputación Provincial concedió una subvención para acondicionar el edificio de la cárcel como Oficina de Turismo, lo que llevó a replantear la ubicación de la biblioteca.
En 2011, la Biblioteca Municipal se trasladó a unas nuevas instalaciones situadas en la calle Margarita de Pedroso. Este cambio permitió ampliar los espacios destinados a los fondos bibliográficos, áreas de estudio y actividades.
Finalmente, en diciembre de 2022, la biblioteca recibió el nombre de “Biblioteca Manu Leguineche”, en homenaje al reconocido periodista, escritor y vecino de Brihuega. Este nombre simboliza la conexión entre la cultura y las raíces de la comunidad briocense, consolidando el papel de este espacio como epicentro cultural del municipio.
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